1. Puede que no haya ganado (ni estuve cerca de hacerlo), pero el sólo ejercicio fue bastante esclarecedor. Soy capaz de escribir y de crear cosas muy locas, el asunto es que mi rutina no está para nada establecida y me es imposible escribir cada día. 
2. Puedo escribir tres días seguidos, pero luego necesito sí o sí descansar un día o dos. 
3. Tengo que encontrar un nuevo sistema de recompensas y adherirme a él. Ser más estricta. 
4. No importa cuántas cosas planeadas tengas (e incluso si te ingenias un super esquema que juras y perjuras es el definitivo), al momento de escribir, descubres que funcionan mejor en otro orden. O incluso que ni siquiera son necesarias de escribir. 
5. Los personajes a veces van a hacer lo que les dé la gana, sin importar si son cosas locas o no. 
6. Las ideas NUNCA dejan de llegar. 
7. Lo más importante es no dejar de escribir, da igual que estés atrasado y no vas a llegar a tu meta al final del mes. 
8. Mi escritura tiene valor y quien diga lo contrario se puede ir al infierno y darle infinitas vueltas.