Poesía barata y pensamientos al azar

Hace unos años mi mamá me preguntó cuándo iba a hacer la confirmación y yo le dije que no la haría, me preguntó por qué y yo le respondí que no me sentía identificada más con el catolicismo. Jamás lo he hecho, la iglesia era una obligación e iba por la comida que me daban después, eso es todo.

En otra ocasión mencionó que yo era atea y le dije que no, no creer en la iglesia no significa que no crea que haya algo más grande que todos nosotros.

Unos años después, llegué a la conclusión de que me daba igual la existencia o no existencia de un dios, me identifiqué como agnóstica y no me arrepiento. Vivo mi vida tratando de hacer lo correcto, de ser amable, de ayudar cuando puedo sin esperar nada a cambio. 

Relaciono la espiritualidad con la religión y sé que no es estrictamente eso, tiene que ver con el alma, con las prácticas que tenemos para estar en paz. Una cosa chistosa que me descubrí hace poco es que practico ciertas cosas de la Wicca, en especial su filosofía, siempre he creído que las personas pueden hacer lo que quieran siempre y cuando no hagan daño a otros y que el karma es poderoso, así mismo, acepté la reencarnación como una forma de reciclaje del alma y que purgamos nuestros errores en vida. Todo eso hace parte de la Wicca y yo he venido haciéndolo por años sin saberlo.

Estoy considerando convertirme a la Wicca pero la verdad no sé si hacerlo en estos momentos, necesito como mínimo un año para estudiar y ahora todo es un desastre que apenas estoy arreglando, quizás cuando sea mayor y esté dispuesta a hacerme más sabia.

Algo pequeño que quiero intentar por ahora es tratar de que mi psique esté sana, quiero meditar o hacer yoga pero no encuentro motivación para hacerlo, quiero estar de la cabeza pero no sé si he llegado a ese punto en el que pueda intentar sanar. 

La espiritualidad y yo tenemos algo complicado pero seguiré con mis creencias básicas y mis prácticas simples de hacer el bien a toda costa, por ahora me sirve.