Poesía barata y pensamientos al azar


El papel de los comunicadores en los medios de comunicación en Colombia*


Por Valerie H.
*Escrito en mayo de 2016 como trabajo de clase.

Los medios de comunicación en este país no han cambiado mucho con los años, si algo sólo se han degradado más; desde siempre han tenido esa chispita de querer tener el raiting más alto, de vender más, y nunca han dudado en hacer cualquier cosa para lograrlo, inclusive jugar con la (in)sensibilidad de las personas.

Desde muy joven vi noticias. Era el momento en el que podía sentarme con mi familia y compartir algo de tiempo con ellos. Creo que por la edad nunca les di demasiada importancia y no siempre fui consciente de lo que hacían con los espectadores al incitarlos a seguir ciegamente a los grupos económicos y transmitir lo que les convenía, dejando atrás―y muchas veces distorsionando―la verdad.

Desfiles de muertos, atracos, tragedias, futbolistas y el famoso de turno se repiten día a día, es una fórmula infalible para mantener al ciudadano promedio pegado de la pantalla, insultando a políticos y grupos sociales, opinando de situaciones de las que poco o nada saben, para que no presten atención a su alrededor. Mientras sus ojos se ocupan con notas e informes incompletos, que muchas veces no son ciertos, decisiones importantes que pueden afectarlos, son tomadas en otras partes, a puertas cerradas. Los medios de comunicación incitan a las personas que los sintonizan a que consuman basura en vez de hacer parte activa de la sociedad, ocultan información y tergiversan la poca que puede filtrarse.

Se supone que el periodismo sea el ejercicio libre de mantener informadas a todas las personas sobre acontecimientos relevantes y que las afectan directa o indirectamente. Se debe hacer con transparencia y objetividad, sin emitir juicios precipitados o burlas hacia los implicados. El periodismo tiene un papel tan importante en la sociedad que quienes lo ejercen firman, implícitamente, un pacto de ética para no manchar negativamente aquello que están contando. La sociedad se mantiene por medio de la información y quienes hacen parte de ella toman decisiones en base a ésta; que un medio de comunicación tome parte de un grupo político o económico arruina el equilibrio que se ha formado, puesto que estimulan a sus espectadores a obedecer órdenes o alinearse con estos grupos sin saber realmente cuáles son sus propósitos.

Por lo tanto, el verdadero propósito del ejercicio del periodismo es el de contar las cosas tal y como son, con el fin de concebir conciencia sobre las situaciones que narra, para así convertir a los ciudadanos en mejores personas, generando una mejor calidad de vida y educando sobre las posibles consecuencias a las que todo acto mal intencionado conduce.

No en vano lo hemos hablado muchas veces en clase, el periodismo se trata de entretener, informar y educar, sin estos tres pilares nada de lo que se hace tiene sentido y sólo se convierte en un circo destinado a mantener alineadas a las personas, “comiendo cuento”, como se dice vulgarmente, y aprovechándose de ellas para que quienes poseen este país se hagan más y más ricos.

Como comunicadores, periodistas y/o locutores que apenas se están formando, nuestro deber es tratar de cambiar esa fórmula, generar contenidos que valgan la pena y que sean capaces de romper la burbuja en la que millones de colombianos de todas las edades, razas y condiciones sociales se encuentran. Si lográramos, realmente, superar este tropezón en la historia de los medios de comunicación en Colombia, podríamos convertirnos en un país mejor, capaz de brindarle soluciones eficaces a los ciudadanos y de tratarlos como lo que son: personas importantes.

Soy consciente que esto requiere de un movimiento grande, lleno de personas deseosas de cambiar la situación política, económica y social actual de este país y que lograrlo conllevaría un gran compromiso de parte de todos, pero creo que se puede hacer al continuar generando espacios independientes que de verdad tomen en cuenta la opinión de las personas y que se dediquen a la búsqueda de la verdad y todo lo que el conocerla conlleva.

El periodismo en Colombia es dueño de un inmenso poder, su influencia es tan grande que podría ser capaz de paralizar por completo al país. Es nuestro deber utilizar ese don con propósito, ética, transparencia y responsabilidad. Como Stan Lee, creador de Spiderman, alguna vez manifestó en dicho cómic: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.